sábado, 2 de enero de 2010

PORQUE SOMOS PARTE DEL PROYECTO NACIONAL


Porque somos parte del Proyecto Nacional

Desde 2003 en la Argentina, se está produciendo un cambio que ha sido ya acompañado dos veces por el voto popular. Esto se debe a que este proyecto transformador ha traído consigo educación, trabajo e inclusión social, bases sólidas en las que hoy se apoya este crecimiento económico que ha vivido el país durante estos seis años.

Porque ha sido el pueblo el destinatario de las acciones de gobierno, el beneficiario de las políticas públicas emanadas por las instituciones de un Estado que vuelve a tener un rol preponderante en la sociedad. Esta primordial función ha sido retomada en casi todos los países centrales ante un contexto de crisis internacional, pero que en Argentina se ha consolidado desde hace ya tiempo.

Desde que Néstor y Cristina Kirchner han tomado las riendas de nuestra Argentina la política ha vuelto a las fuentes entendiendo esta como una herramienta transformadora de la realidad en beneficio de los ciudadanos, articulando demandas mediante la generación de consensos.

Todo esto permitió que descendieran drásticamente los niveles pobreza e indigencia a valores por debajo de un dígito, devolviendo a través del empleo, la dignidad a millones de hogares a lo largo y ancho de este suelo. Esto es un hecho. Son promesas de campaña que se han concretado y se siguen concretando. Es demostrar que la política cumple con la palabra empeñada. Es decirle al mundo que antes del beneficio personal se encuentra el bienestar general.

Somos parte de un proyecto que más allá de las dificultades que han surgido y de los agravios y la desconfianza de algunos, ha llevado y sigue llevando a cabo una transformación cultural en donde las instituciones cumplen efectivamente con su rol, el más importante en la vida democrática, que es el de dar soluciones a las demandas y problemas existentes.

Nuestro Proyecto en la Ciudad

Nuestra querida Buenos Aires es una ciudad con particularidades que la hacen distinguirse, con atractivos admirados por propios y ajenos, con características únicas en América Latina y el mundo.

El devenir histórico ha definido a Buenos Aires como el mayor exponente de la diversidad cultural que tiene el país. Una diversidad cultural construida por las manos de los primeros inmigrantes y continuada por las generaciones que los sucedieron. Una diversidad cultural que ha permitido el desarrollo de importantes centros de exposición y ha sido cuna de grandes pensadores.

Es así que Buenos Aires es una ciudad diversa, pero también tristemente desigual. Una metrópolis que es hiperdesarrollada y subdesarrollada al mismo tiempo, teniendo al sur como principal desafío de cara al futuro.

Es mucho lo que hay que hacer y sólo mediante un trabajo colectivo se logrará. No se puede girar en torno a figuras personalistas, que tras sus ropajes modernos sólo esconden lo más vil y sucio de la vieja política. Esto no hace falta, porque ya ha quedado demostrado que no hay más lugar para individualismos.

Sólo mediante un trabajo en conjunto se realizará una ciudad más justa e igualitaria. 

Construir un proyecto político puede ser un camino fácil o difícil, dependiendo del enfoque y alcance que se le de a la construcción, por eso el identificar objetivos comunes de política es un buen comienzo. Y si hay algo en lo que el peronismo y los sectores afines en la ciudad coinciden es en que se debe tener una visión estratégica e integral de la situación de la Ciudad para dar una solución estructural a todas las realidades generales y particulares que se quieran cambiar. Por eso también hay coincidencia en que la que gestión que se esta llevando a cabo desde 2007, no expresa la tradición y la composición de Buenos Aires.

El retorno a las políticas de exclusión y el discurso del mercado propios del neoliberalismo de los noventa ya han demostrado sus resultados: exclusión social, desigualdad, miseria, individualismo; todos postulados que el verdadero peronismo combate, ya que su bandera por excelencia es la justicia social para cada uno de los habitantes de la Nación. El modo de hacer política ultrajando el orgullo argentino no refleja los anhelos de los porteños: deslegitimar el Estado, atacar el sistema universal de acceso a la salud, eliminar las becas a los estudiantes, combatir la educación pública,  no es el camino que los habitantes de la ciudad desean recorrer.

Por eso es que consideramos que desde un espacio colectivo es la única forma de abordar con inclusión las múltiples demandas de una sociedad  tan diversa. Cada sector debe formar parte y estar representado, porque sabemos bien que la pluralidad viene acompañada de gestión y transparencia.

Sólo así con ideas claras y una visión de futuro concreta se puede llevar adelante un verdadero proyecto transformador, en donde el crecimiento económico, se vea acompañado por inclusión social y redistribución del ingreso.

Por eso es que desde cada barrio y desde cada institución se debe aportar a través de la política como herramienta, los elementos necesarios para construir una ciudad mejor, una Buenos Aires pujante llena de opciones y oportunidades que brinde prosperidad y modernidad sin diferencias, como así también desarrollo y cultura de acceso universal.  ESA ES LA CIUDAD POR LA QUE HAY QUE TRABAJAR.


EN UN PAIS DE TODOS
UNA CIUDAD PARA TODOS

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